Tengo un montón de dudas (demonios) sobre como afrontare la marcha, pero lo que si sé es que ahora que me he decido participar, con el dorsal en la mano, se que voy a hacerlo, que puedo hacerlo, que lo voy a hacer y que lo voy a disfrutar como un loco, eso sí, si hace como el año pasado… ¡Pasa palabra!
Todos sabemos de sobra que este año la marcha es distinta, tanto en dureza como en peligrosidad. Dureza y peligrosidad porque:
- con apenas 2km ya estamos subiendo rampas del 9% que además de la dureza van a montar lo más probable un tapón curioso.
- la bajada desde la Sierra hasta la Cocina es MUY peligrosa, pista estrecha, suelo muy suelto, curvas cerradas y mucho desnivel, coctel perfecto para montoneras.
- la bajada a Celis no ha cambiado, hay que tener mucho ojo con ella.
- con 130km tenemos el paso de Llendemozo con 1,8Km técnicos en los que una mala caída (siendo una zona lenta) nos puede provocar un daño serio por lo rota que está la pista.
- con 140km tenemos la subida final, el temido Negreo que si bien no es tan duro como pintan (aunque es bastante más duro que el regreso por El Moral), al iniciarlo con esa kilometrada va ha ser terrorífico.
- y cuidado con la bajada hacia el Alto de Carmona, suelo muy suelto, curvas cerradas, desnivel y un estado físico a esas alturas ya bastante deteriorado, vamos, un coctel explosivo.
Lo que acabo de contar parece una de esas historias para no dormir, el argumento que daría alguien que te quiere desanimar para participar en esta locura, pero al fin y al cabo, ¿no hay que estar un poco loco para hacer esta marcha?
Suerte a todos y si en la marcha me saludáis y no os respondo, tranquilos, no estoy enfadado, lo que pasa es que estaré luchando con mis demonios.