Salimos de la Sniace una grupeta de 11 amigos y nos dirigimos directos por Pte Viesgo en dirección a la Vega de Pas. Comenzamos la ascensión a las Estacas de Trueba en grupeta a ritmo tranquilo con el único incidente del pinchazo de Teherán cuando estábamos a 1km del mirador. Arreglamos y continuamos hasta la fuente donde todos rellenamos las poncheras.
El descenso hasta el cruce de Lunada fue rápido y al llegar a él, parte de la grupeta siguió recto (no se donde terminaron). Yo seguí con Fredo, Fidel, Josue y dos más amigos de Fredo dirección Lunada parando a tomar una Coca-Cola en un restaurante que hay a 1km del desvío del Campillo (está muy bien).
El Campillo lo comenzamos con las patas frías de la parada y que mejor que un calentón. Yo puse un ritmo un tanto incomodo y comenzó la guerra. Fredo tenso y yo al final (como llevo haciendo hace tiempo) tuve que ceder.
Nos reagrupamos en el alto y después de cargar agua en Selaya nos fuimos directos al Alto de San Martín, aunque a esas hora del día, entre como venían las patas y el calor (+/-30º) parecía El Campillo II. No esperábamos que el verdadero tormento del día estaba por llegar. La ruta regresaba por Las Presillas, pero en lugar de subir Zurita por el cruce de siempre, tomamos del desvío a la izquierda que hay 1km antes del de siempre, un tramo en suave ascenso salvo el inicio con una rampa de unos 80m duros.
Nada más superar la rampa inicial, arranco Josue, le siguió Fredo y de repente me encontré en un infierno... que dolor de patas, nadie esperaba a nadie y todos mirábamos para atrás. Al final un buen día de ciclismo con una ruta no excesivamente larga y muy bonita.
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