El día comenzó húmedo pero nos respeto hasta que nos fuimos dirección Reocín. En la subida a los caseríos se cerro la lluvia y ya decidimos que era mejor volver para casa.
En cuanto a la fiera (Orbea Oiz), es eso, una fiera. ¡Cuanto más aprietas los pedales más me pide ella! ¡No se yo si al final romperé la biela!
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